1.- Elimina aplicaciones que no uses
Desinstala todas y cada una de las aplicaciones que no utilices o que no sean necesarias
2.- Mantén limpio el escritorio del ordenador
Cuando el ordenador inicia windows, carga todos los archivos/elementos del escritorio por lo que si tienes un escritorio limpio y sin muchos elementos tu ordenador irá mucho más rápido
3.- Utiliza un disco SSD
Estos discos duros son mucho más rápidos que los convencionales (HDD) gracias a su velocidad de acceso, consumo de energía y rendimiento general.
4.- Desfragmenta el disco duro
Esto suele pasar bastante en los modelos HDD donde los datos se esparcen y no quedan juntos.
5.- Actualiza los controladores
Es importante mantener actualizados todos los controladores de tu ordenador, ya que estos pueden contener algún fallo, conflicto, etc.